"En los últimos meses ha surgido un intenso debate sobre la posibilidad de que la economía esté entrando en una situación de recesión. Los indicadores disponibles no dan sustento a este temor. En el primer semestre de 1993 el crecimiento económico superó el 4% y es bien probable que esta tasa se mantenga hasta fines del año. El gran dinamismo de la demanda interna ha tenido su origen en una diversidad de factores. De una parte, el gasto público ha venido registrando un crecimiento real superior al 20%. El auge de la construcción privada ha contribuido notablemente al crecimiento de la demanda. Las formas de inversión privada han mostrado tasas altas de crecimiento. Las perspectivas para 1994 están menos despejadas que las del presente año. Fedesarrollo presentó en julio pasado una proyección moderada de crecimiento para 1994 que aún se mantiene. Dos de los grandes problemas que seguirá sufriendo el país durante los próximos años serán la crisis del sector rural y la inercia inflacionaria. La magnitud de la crisis rural no puede medirse en el desempeño de las producciones agrícolas. Según estudios recientes del Banco Mundial en los que ha colaborado Fedesarrollo, el ingreso rural se redujo 15% entre 1990 y 1992, mientras que el ingreso urbano aumentó por encima del 11%. Fedesarrollo ha consultado la opinión de los industriales sobre la posibilidad de acudir a otros mecanismos para reducir en forma concertada los ritmos de crecimiento de los precios. Estos estarían dispuestos a modificar las prácticas de fijación de precios y salarios para tener en cuenta el comportamiento de indicadores macroeconómicos, reduciendo el peso que le dan a la evolución pasada de sus costos."