"Los síntomas de desaceleración de la actividad productiva son ya evidentes en diversos sectores. En el sector industrial han disminuido los pedidos y aumentado los inventarios, y se ha recrudecido la percepción negativa sobre la situación económica. Las ventas del comercio minorista están creciendo a tasas modestas, bien por debajo de sus tendencias de los últimos años. En el sector inmobiliario el fuerte descenso de las ventas ya está afectando el ritmo de la actividad edificadora. La caficultura está sufriendo también una caída de producción, agudizada por aumentos de costos y por la situación del mercado externo. No obstante, la economía está lejos de encontrarse en una situación de recesión. Aunque menores que en 1994, las tasas de crecimiento de la mayoría de los sectores serán positivas en 1995. Además, el debilitamiento de algunas actividades quedará en gran medida compensado por la fuerte expansión del sector petrolero, por el desarrollo de numerosos proyectos de inversión en infraestructura y por la continua expansión de las actividades del gobierno Pero la in satisfacción con la situación económica actual no se debe tanto al menor ritmo de crecimiento de la producción, como a los nubarrones que han surgido en diversos frentes del manejo económico.La meta de inflación del 18% para el presente año también parece remota. La eficacia del Pacto Social ha sido muy limitada, debido a las presiones de demanda que venían impulsando los precios de los servicios y a la demora con la que se adoptaron correctivos en la política macroeconómica, que hasta hace poco había sido fuertemente expansiva."