"La descentralización fiscal tiene como propósito transferir la responsabilidad de proveer bienes y servicios nacionales a jurisdicciones más pequeñas, que disponen de información más directa sobre las necesidades de sus respectivos ciudadanos. En la medida en que se identifiquen cuáles son los niveles de gobierno que pueden ejercer estas funciones más eficientemente, se garantiza una mejor asignación de los recursos públicos. Con la Constitución de 1991 se aceleró el proceso de descentralización que se venía desarrollando en Colombia desde finales de los sesenta, al aumentar y modificar las bases y los montos de las transferencias a los departamentos y municipios. Sin embargo, sólo hasta 1993 mediante la Ley 60 de este año, se definieron las normas de distribución de transferencias, se asignaron las responsabilidades en la provisión de los bienes y servicios entre los diferentes niveles de gobierno y se establecieron las normas para su financiación. Tres años después de aprobada la Ley 60 de 1993, vale la pena analizar qué ha sucedido con las finanzas municipales, con miras a entender cuál ha sido el impacto de este nuevo impulso descentralizador sobre el desempeño financiero de los municipios del país. Con este objetivo se diseñaron una serie de indicadores que permiten evaluar el desempeño fiscal de las entidades territoriales en las áreas de ingresos, transferencias, gastos y, endeudamiento y capacidad de ahorro. Este artículo resume los principales resultados del análisis de las finanzas públicas municipales, a través de las herramientas diseñadas y da una visión general de su evolución reciente."