"El año 1992 registró el mejor desempeño económico de las últimas tres décadas. El PIB experimentó un crecimiento de 10.4%, lo que en términos per cápita representa un aumento de 8.6%. A ello se suma un contexto de inflación moderada y decreciente, aumento del empleo y la productividad, y una sólida situación fiscal. Esta favorable evolución de la economía es especialmente relevante si se toma en consideración el entorno de escaso dinamismo de la economía mundial, demostrando que el país ha experimentado una disminución importante de su vulnerabilidad ante ciclos recesivos externos. Desde el punto de vista del gasto, la expansión tuvo sus componentes más dinámicos en la inversión y las exportaciones. Adicionalmente, el aumento en los salarios reales y el esfuerzo fiscal en términos de gasto social, permitió que sectores postergados comenzaran a participar en forma gradual de los beneficios del crecimiento, sin poner en peligro los equilibrios macroeconómicos básicos. No obstante, el aumento del gasto durante 1992, por encima de los niveles sostenibles en el largo plazo, llevó a las autoridades económicas a contener su velocidad de crecimiento mediante una política de tasas de interés. En relación con las cuentas externas, en 1992 se produjo nuevamente un superávit comercial, aunque menor que en 1991. Esto es una muestra de que Chile mantuvo su capacidad competitiva durante 1992. En el presente año, se ha observado que la política de ajuste por la vía del alza en las tasas de interés, sumada a un escenario externo desfavorable, ha moderado la tasa de crecimiento del producto. Dicho crecimiento sería explicado principalmente por una evolución dinámica de la inversión, que debería continuar hacia 1994."