"A finales de noviembre el Senado de la República aprobó, con algunas modificaciones, el Proyecto de Ley que crea el Sistema Nacional de Crédito Agropecuario y el Fondo para el Financiamiento y el Desarrollo del Sector Agropecuario (FINAGRO). El proyecto, que seguramente será convertido en Ley en esta legislatura, pretende -buscar la coordinación efectiva de los diferentes organismos y entidades que participan en el suministro de crédito al sector: Ministerio de Agricultura, Fondo Financiero Agropecuario, Caja Agraria, Banco Ganadero, Banco Cafetero y Fondos Ganaderos. Para ello, crea una Comisión Nacional de Crédito Agropecuario, presidida por el ministro del ramo y compuesta por el jefe de Planeación Nacional, el gerente del Banco de la República, un representante de las entidades que conforman el sistema y dos del presidente de la República, a cuyas directrices deberán someterse todas estas entidades. Naturalmente, el proyecto preserva las facultades de que dispone la junta Monetaria para determinar las condiciones financieras de los instrumentos de captación y de los préstamos que utilicen los fondos e intermediarios financieros que constituyen el sistema, así como algunas otras regulaciones sobre su desempeño financiero. Como puede observarse, los temas centrales de discusión resultaron a la postre menos "técnicos" de lo que podría suponerse y, en mayor medida, vinculados con aspectos distributivos (sector financiero vs. agropecuario, agricultores vs. ganaderos, agricultores grandes vs. pequeños) y con el comportamiento político de instituciones como el Banco de la República y el Ministerio de Agricultura. El presente ensayo se centra, en mayor medida, sobre estos aspectos, pero, antes, encuentra necesario detenerse en el análisis de la evolución del crédito agropecuario y las decisiones que la han determinado. "