"Las pocas estadísticas producidas por el gobierno para 1979 confirman las apreciaciones de la Coyuntura de octubre en el sentido de que la tasa de crecimiento de la economía este año va a ser sustancialmente inferior a la del año pasado. En efecto, los datos recientes sugieren un quiebre en la tendencia de descenso del desempleo que se había registrado en los últimos años, y el dato de septiembre muestra un leve aumento en la desocupación con relación a igual época en 1978. Sin embargo, los resultados de la encuesta de opinión empresarial que se presentan a la opinión pública por primera vez en esta entrega de Coyuntura, sugieren que la situación industrial no es mala a finales del año. Aunque la opinión de los empresarios industriales sobre las perspectivas económicas no son pesimistas, se nota un aumento en las expectativas de inflación. Este hecho, unido al análisis que se efectúa en los capítulos fiscal y monetario, no permite esperar, en el corto plazo, un quiebre en la tendencia de la inflación. En esas circunstancias la política salarial debe contemplar aumentos de remuneración similares a la tasa de inflación de los últimos 12 meses. Por otra parte, es necesario contemplar ajustes para el salario mínimo no superiores a los que resultarían de utilizar estos criterios, pues en la coyuntura actual un alza sustancial podría generar problemas de desempleo. Finalmente, es claro que la continuación en el crecimiento de las reservas internacionales hace imposible mantener el esquema de un plan de desarrollo financiado por crédito externo. El gobierno debe diseñar en 1980 una política de gasto público y de manejo de empresas estatales que no dependa del crédito externo."