"Uno de los grandes interrogantes de fin de año es cuánto debe subir el gobierno, preferiblemente en acuerdo con los empresarios y sindicatos, el salario mínimo para 2008. Esta no es una tarea fácil. En efecto, este aumento debe balancear dos objetivos que, en principio, parecen contradictorios. Por una parte, el monto del incremento debe garantizar que los trabajadores que devengan este salario mantengan su poder adquisitivo y se les remunere adecuadamente sus mejoras en productividad. Por otro lado, es fundamental que el aumento sea moderado para no desincentivar, aún más, la creación de empleo formal y contribuir, por esta vía, al deterioro de la distribución del ingreso en Colombia."