"En las últimas dos décadas, los gobiernos de Colombia han apostado de manera decidida por la inserción de nuestro país en el comercio internacional. Para ello, se han suscrito acuerdos de libre comercio con Canadá, Chile, Estados Unidos, la Unión Europea, la European Free Trade Asociation (EFTA) y los países miembros del Triángulo Norte de Centroamérica, entre otros. Sin embargo, el país mantiene un importante rezago en su proceso de apertura frente a otras economías de la región. A comienzos del mes de octubre se publicó el último informe del estado de las ciudades de la ONU, el cual ubica a las principales capitales colombianas entre las más desiguales de América Latina. Uno de los más importantes hallazgos del reporte es el rol del transporte público como jalonador de la equidad urbana, por lo que una de las principales recomendaciones de política es privilegiar su desarrollo por encima del transporte privado. En efecto, ante la ausencia de sistemas de transporte públicos eficientes, los tiempos de viaje de la población de las periferias hacia las redes de producción modernas son distorsivamente altos, por lo que los trabajadores de bajos ingresos prefieren laborar cerca de sus hogares que en los sitios con los procesos de producción más eficientes (Hausmann, 2013)."