"Aún bajo el supuesto poco probable de que ocurriera una notable recuperación en las naciones más desarrolladas en los próximos años, la participación en los flujos de comercio de los países exportadores de productos básicos continuará reduciéndose en relación con los años anteriores. En efecto, las consecuencias benéficas de la depreciación del dólar y de la reducción de las tasas de interés internacionales sobre el comercio y sobre la situación externa de las economías de los países menos desarrollados en 1986 fueron contrarrestados por las tendencias adversas en el intercambio mundial de productos primarios y materias primas. "