"Con la Constitución de 1991 se profundizó el proceso de descentralización que se venía gestando años atrás. En la nueva Carta se establecieron las pautas para la descentralización del gasto, incluyendo normas para determinar el monto de los recursos transferidos a los gobiernos regionales y reglas sobre cómo transferirlos entre los departamentos, distritos y municipios. Posteriormente, la Ley 60 de 1993 definió en mayor detalle cómo debían ser gastados estos recursos por los gobiernos locales. Como parte del panorama de la descentralización y con el fin de enfrentar problemas que se fueron generando en el tiempo, surgieron otras leyes como la Ley 358 de 1997 que estableció normas concretas para controlar el endeudamiento de los entes territoriales. A pesar del gran avance en materia de descentralización del gasto, el resultado de las medidas anteriores no fue el esperado. Con el tiempo, se fueron gestando problemas de suma gravedad para el país, poniendo en evidencia las fallas estructurales del sistema."